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Tragedia

Stephen White

¿Tienen los negociadores de Oriente Medio las habilidades necesarias para tener éxito?

Ahora que las conversaciones empiezan en Washington entre representantes Israelíes y Palestinos - conversaciones que ambas partes han descrito como negociaciones - vale la pena teniendo en cuenta sus posibilidades de éxito dentro del plazo de nueve meses que se han dado ellos mismos. La experiencia pasada nos da pocas esperanzas.  Los acuerdos de Oslo y de la cumbre de Camp David fueron grandes oportunidades, y ambos fracasaron en el último momento. Desde entonces ha habido poca conversación entre las partes, al menos en público. ¿Esto es porque el problema en Oriente Medio es inherentemente insoluble o porque la habilidad de negociación de las partes es inadecuada?

Hegel define "tragedia" como la colisión de causas excluyentes, pero igualmente legítimas. No puedo pensar en una mejor descripción de este conflicto. Desde una perspectiva Palestina, la tierra que llaman Palestina es de ellos, ya que perteneció a sus antepasados. Desde el punto de vista Israelí, la tierra que se llama Israel es de ellos, las Naciones Unidas votaron a su favor en 1947. Por desgracia ambas partes se refieren a la misma tierra. Ambas partes pueden encontrar miles de razones para demostrar que su reclamo es justo, o que la reivindicación de la otra parte no tiene fundamento. Ambos pierden el tiempo. Sus argumentos se neutralizan entre ellos y ninguno se mueve en la búsqueda de una salida, porque las causas de ambas partes son realmente excluyentes, pero igualmente legitimas. Como dice Hegel, Una tragedia.

Así que los dos únicos posibles resultados de estas próximas conversaciones son o bien el fracaso o el compromiso. Compromiso significa una solución de dos estados, en la que ambas partes obtengan una parte del territorio que consideran suyo por derecho, y tienen que aceptar ceder una parte de su tierra a la otra parte. Esto solo puede ocurrir si ambas partes están dispuestas a aceptar un acuerdo si esta cerca a su posición ideal. Los límites no serán perfectos, los problemas de seguridad no serán a prueba de fallos, y Jerusalén tendrá que ser compartido. Cualquiera que sea la forma especifica de cualquier compromiso que se ponga sobre la mesa, será difícil de acordar por los negociadores, y aún más difícil para ellos vender el acuerdo a sus electores. Será necesario que los grandes líderes de ambas partes, que tienen la capacidad necesaria de mirar a largo plazo para alcanzar la paz, y el carisma para vender su sueño al electorado y obtener un mandato para su aplicación.

Estoy seguro de que no habrá escasez de capacidad intelectual a ambos lados de la mesa de negociación, y que no habrá escasez de asesores políticos y estratégicos teóricos de negociación, que ayudan a impulsar el proceso. De hecho, las reuniones entre las dos partes en las primeras semanas se centrarán en los siguientes temas - la fecha y la frecuencia de la siguiente reunión, las personas que estarán presentes, la forma de la mesa, orden de la agenda, y así sucesivamente.

Pero de lo que no estoy seguro es que la negociación real empiece en unas semanas y que los funcionarios y negociadores tengan las habilidades necesarias para hacer avanzar el proceso creativo. Mi duda viene de la lectura de autobiografías políticas y ver programas de televisión donde los principales actores en un problema político se dedican a dar golpes sobre la mesa en las negociaciones. Por ejemplo Kissinger en Vietnam, Milosevic en las conversaciones de Bosnia Herzegovina en Dayton, Alastair Darling, en la crisis financiera general de 2008, y por supuesto todos los negociadores de EE.UU., Palestinos e Israelíes en el rompimiento del acuerdo de Oslo y la cumbre de Camp David. Ellos explican lo que paso en cada reunión, y como se dieron los acontecimientos. Como era de esperar, cada autor sostiene que tomo la dirección correcta y muestra excepcional astucia y capacidad de negociación, en comparación con los otros protagonistas que no estaban a la altura. El tema recurrente es que los lideres carecen de las habilidades básicas, sorprendidos por las actitudes y comportamientos de la otra parte, a falta de reconocer sus propios errores y carencias, van a las reuniones sin haberse preparado o con una preparación única que elimina cualquier flexibilidad en el enfoque, tomando al azar ideas que parecen atractivas, pero que en última instancia fracasan. Estas personas son, sin duda inteligentes, pero que muestran una falta de habilidades de la calle del mundo comercial, que harían su inteligencia teórica más eficaz. Y como la mayoría de políticos de carrera y diplomáticos, nunca han estado en "la calle", ¿Por qué habríamos de sorprendernos?

Los lectores que deseen se voluntarios para dar una idea a los políticos de paz de Oriente Medio sobre las habilidades de la calle - de preferencia para ambas partes, para que sean igual de talentosos y capaces - ¡por favor haced cola detrás de mi!

 

Stephen White

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