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Charla Escocesa

Robin Coplan

Los padres de la devolución escocesa vinieron con un sistema tan complicado como para confundir incluso al observador más apasionado y estudioso de la escena política al norte de la frontera. Había tres principios rectores:

  • Preservar lo mejor del sufragio directo universal con mayoría simple de Westmister, que proporciona un resultado claro de miembros del parlamento para una circunscripción.
  • Asegurar que los votantes de la parte no ganadora tengan una oportunidad o representación en el parlamento (hay una segunda votación para diputados de la lista en cada circunscripción)
  • Hacer que un gobierno global de mayoría, sea un acontecimiento  raro – y es este requisito el que ha causado una ¡complicación terrible!

De todos modos, el SNP (Partido Nacional Escocés) aseguro una mayoría absoluta en las elecciones de 2011; las encuestas sugieren que este resultado se repitió la semana pasada. Los escoceses rebeldes tenían ideas diferentes y el resurgimiento del partido Conservador y Unionista bajo Ruth Davison vencieron al Partido Laborista en tercer puesto (hubo varios comentaristas que se comieron su sombrero después del resultado) con 31 escaños. De los 129 escaños, ganaron por 63, lo que fue una agonía (para sus partidarios) se quedaron por debajo por 2, de la cifra de la mágica 65.

Entonces, ¿Qué significa esto? Pues bien, aunque la mayoría del SNP sigue siendo enorme, el Primer Ministro, Nicola Sturgeon, no pueden pasar por la legislación sin un poco de toma y daca. Esto abre la puerta a la negociación y el compromiso, sin embargo, los partidos de la oposición tiene que tener cuidado con lo que deciden oponerse si quieren tener influencia y un efecto moderador. La oposición por el bien de la oposición no va a funcionar.

Ruth Davidson, un poco novato, ha prometido un enfoque considerado a sus deberes como líder del mayor partido opositor. Los líderes del partido de la oposición harían bien en prestar atención y escuchar los consejos de negociación de expertos negociadores, los cuales les podrían sugerir que hicieran una lista de objetivos clasificados y priorizados. Tendrían que preguntarse cuáles son las áreas clave de la política que ellos quieren influir; cuales de sus propias políticas quieren ver incluidas dentro de cualquier legislación. Una vez hayan respondido a estas preguntas, pueden empezar a formular sus planes. Es posible que necesiten apoyar/retirar en de áreas de menor importancia para ellos, con el fin de obtener el apoyo del gobierno en sus propias ideas políticas prioritarias.

Me pregunto cuántas negociaciones “no oficiales” se llevan a cabo. Curiosamente cada uno de los cinco partidos de la oposición tiene los votos suficientes si se unen, con el SNP, para ganar por mayoría en cualquier tema en particular. Esto le da a cada parte individual una o tal vez dos oportunidades para presionar realmente por algo que quieran a cambio de apoyo en otra área. También hace que el trabajo del SNP sea un poco más fácil; su mayoría es tal que tan sólo tienen que convencer a un partido de la oposición para pasar cualquier legislación. Divide y vencerás podría ser su lema, mientras que la recomendación a los partidos de la oposición es trabajar juntos.

En ello radica un problema, ¡Por supuesto! Conservadores, liberales-demócratas, los verdes y laboristas no suele trabajar juntos de costumbre, pero como dijo Churchill, “siempre es mejor charlar que guerrear”.

 

Robin Coplan

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