Alice Walker, autora de la novela “El color púrpura” y activista, dijo “La forma más común para que las personas renuncien a su poder, es pensar que no lo tienen”.
Recientemente he pensado sobre la realidad del poder, gracias a una charla (TED Talks) dada por el psicólogo Kelly McGonigan, quien presentó un caso positivo de estrés.
McGonigal tiene una versión interesante, en la que sostiene que el estrés en sí no es algo negativo, pero la forma en que vemos el estrés si lo es.
Un estudio realizado en los EE.UU. observo dos grupos de personas que estaban experimentando un alto nivel de estrés en los últimos 12 meses. Este estudio fue realizado con 30.000 personas y duro 8 años.
Dividieron aún más el grupo según las actitudes de las personas frente al estrés. ¿Sintieron que el estrés era malo para usted o no? ¿Vieron que el estrés como algo negativo, desagradablemente peligroso para su salud? ¿O ven el estrés como algo positivo, que prepara el cuerpo para lo que pueda suceder, algo emocionante?
Las malas noticias primero.
Los que pensaban que el estrés era algo negativo tuvieron un 43% más de riesgo de muerte, según consta en los registros de salud pública. Pero la buena noticia es que las personas que veía el estrés como algo positivo no tuvieron ningún incremento en la tasa de mortalidad.
Así que nuestra forma de pensar sobre el estrés tiene un impacto físico enorme en como nuestro cuerpo trata con ella. Vea la charla aquí.
Una de las preocupaciones más comunes que los negociadores enfrentan es el temor de que no tienen ningún poder en lo que sucede en las negociaciones. Pasar tiempo valioso durante la preparación, pensando en donde radica su poder, no sólo ayudará en la negociación, sino que también creara una mentalidad positiva para la posterior discusión.
Podría no salvar su vida, pero sin duda podría mejorarla.
Alan Smith